se ha alertado a cerca de la disminución de la edad habitual de aparición de la enfermedad, que ha pasado de ser de los 50 años en adelante, a estar entre 35 y 45, aunque en el Servicio Andaluz de Salud se desconocen las causas de esa variación.
Según algunos estudios realizados tanto en EEUU como en Australia, se podría incluir entre las posibles causas de este cambio, la relación que, según dichos estudios se establece entre aborto provocado y cáncer de mama. http://www.nomassilencio.com/
Dando una explicación sencilla, podríamos decir que esta relación está basada en el aumento de células pre-mamarias que se produce desde el mismo momento en que, tras la fecundación, aumenta el nivel de progesterona (hormona femenina) en sangre. Si el embarazo llega a término, estas células terminan su desarrollo y se convierten en células mamarias, pero si se provoca el aborto, las células pre-mamarias quedan a medio desarrollar, siendo posible su transformación, en un futuro, en células cancerígenas.
En el caso de aborto espontáneo no ocurre así, pues éste se suele producir por una falta de estrógenos y es el propio organismo femenino el que, de forma natural, paraliza la proliferación de esas células pre-mamarias.
Siendo escéptico, se puede poner en duda la autenticidad de las conclusiones de los estudios que se publican, tanto en revistas científicas como a través de la red, pero eso no debería ser motivo para que tales conclusiones se silencien, porque no interesa que las mujeres sepan toda la verdad a cerca de los riesgos a los que se exponen cuando deciden abortar voluntariamente. Lo correcto sería dar toda la información para que la decisión se tomara con conocimiento de causa por parte de la mujer y por supuesto seguir investigando por ese camino, para comprobar la veracidad de la relación entre aborto provocado y cáncer de mama a la que estos estudios apuntan.
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